viernes, 3 de agosto de 2012

El hombre lobo (The Wolfman, 2010); Revisión de un clásico bajo el prisma de Lovecraft.

Me gusta esta película, por varias razones.

La primera de ellas sería que siempre he tenido devoción por las películas malditas, y esta es una de ellas en muchos sentidos: cambios de director, retrasos en el rodaje, recortes de metraje y escenas cgi metidas con calzador...Hubo de todo en la producción de esta fantasía gótica, remake (como no) del clásico de la Universal del mismo nombre de 1941, y que es recordada por la encarnación de la criatura realizada por el grande, grandisimo Lon Chaney.

La segunda razón es porque me encantan los proyectos quijotescos, y este lo es. Un canto de amor al cine fantástico clásico, impulsado contra viento y marea por el actor Benicio del Toro, que consiguió tanto la financiación como la presencia de actores importantes como el casi siempre excelente Anthony Hopkins y el camaleónico Hugo Weaving. Un proyecto que mantuvo vivo contra viento y marea, a pesar de cambios de director durante el rodaje (el siempre efectivo Joe Johnston le robó el sitio al debutante Peter Medak), cambio de compositor de la BSO, injerencias varias de la productora, problemas con el decorado, cambios bruscos de guión y de concepto del monstruo (nunca una discusión de hacer algo a dos patas o a cuatro trajo tantos problemas....).

Jeena Jameson nunca tuvo ese problema. ¡El astuto lector masculino sabe de que hablo! (Espero)


Y digo yo, ¿que salió de esa mezcla? Pues una buena pelicula, aunque una predispuesta a ser masacrada por la crítica sesuda y por qué no decirlo, que no tenía ni puta idea de que iban a ver al cine.

Porque vamos a ver, compañeros....Si alguno se molestó en ver el material original en el que se basa, el original de la Universal, se encontrará conque es una película que fue revolucionaria por los maravillosos efectos de maquillaje, por el ambiente irreal en el que transcurría la trama y por su atmosfera trágica.

Pero bien poco más; Una pelicula fundacional del fantástico, sí, pero que miedo, lo que se dice miedo, no es que de mucho al espectador de hoy en día. Y hete aquí que "The Wolfman" (2010)coge el mito,  y lo actualiza como un cuento gótico con reminiscencias a "La caída de la Casa Usher"  y "Macbeth", siguiendo asimismo pautas que lo hermanan con el universo de Lovecraft, con una impagable escena en un circulo de monolitos que tienen toda la pinta de no haber sido erigidos por la mano del hombre y con ese Blackmoor oscuro, lúgubre incluso a la luz del día y repleto de ruinas y malos presagios por doquier. Mención especial para la Luna, que aquí es un personaje más, siendo maravilloso el jugo que le sacan a la prespectiva del infectado Larry Talbot a como ve un hombre lobo la luz de la luna: algo vivo, tangible casi, fascinante pero a la vez aterrador.

Entrando en el tema de los  homenajes los hay a cascoporro: la primera transformación de Benicio del Toro en la bestia es un calco con menos medios técnicos de la de Lon Chaney en los años 40, mostrando ese plano legendario de la criatura andando en puntillas bestialmente sin mostrar el rostro. Para los estudiosos/puntillosos de la licantropia hollywodiense, remarcar también que durante la escena de la primera transformación del protagonista, se ve claramente como se forma un pentagrama en la palma de su mano, señal clásico de la infección en hombre lobo. Golpe de genio es también el situar el origen de la maldición en el mito del "niño salvaje" y hermanarlo con los Rakshasa hindus. Dejo constáncia aqui de un interesante enlace sobre estas criaturas del folklore asiatico:

http://en.wikipedia.org/wiki/Rakshasa

También tenemos a ese coloso que es Max Von Sydow en un breve papel, con referencia al caso histórico de la bestia de Gévaudan que tan bizarros y buenos momentos deparó en "El pacto de los lobos" (2001), pequeño clásico del fantástico Europeo y la figura de la gitana y su famoso poema/advertencia de la primera versión ya sale citado como apertura de la película, y toda la parte de la ambientación es una autentica delicia. Mención especial para el papel de Anthony Hopkins: asi como el Lord Talbot de 1941 era un padre atento y sacrificado, su homónimo del 2010 es un autentico cabrón por todo lo que sugiere el personaje sin caer en lo abiertamente explícito: pederasta, bebedor, violento, sádico, acosador, incestuoso, maltratador físico y emocional, autoritario y despota....

                   Como lo definió mi mujer en dos palabras al personaje: CER-DO. Excelsior!


Interpretar a semejante monstruo humano y reflejar toda su repugnancia moral y física con solo la mirada y la expresión facial es algo al alcance de muy pocos. Y Ser Anthony Hopkins lo consigue, construyendo un personaje tan sumamente deleznable que se hace el amo de la función con una facilidad insultante, y no es que Benicio del Toro, Hugo Weaving e incluso Emily Blunt no luzcan sus papeles, es que se los come con patatas.

En resumidas cuentas: tenemos buena ambientación, buenos actores, una banda sonora de Danny Elfman que cumple sin excesos y que se parece demasiado a su anterior trabajo en "Sleepy Hollow" (1999), y unos efectos especiales que....bueno, en asuntos de maquillaje y caracterización son de excelente factura, pero que cantan en demasía en momentos clave de la función, como cuando el monstruo se mueve y en parte de la escena final; Lo cual es una autentica lástima, pues opino que en un producto tan honrado y entusiasta como este no hacían ninguna falta los malditos excesos digitales.


                  Para escandalo de los censores, hete aquí una polla digital.


En conclusión, este es un honrado producto de entretenimiento, un cuento de traiciones/horrores familiares teñido de un ambiente gótico y oscuro hecho por alguien que ama al fantástico (Del Toro) y que ha salido a la luz contra viento y marea. ¿Olvidable? Quizá, pero sería injusto. ¿Fallida? También es posible, porque su intento de hermanar los años 40 con el siglo XXI falla en cuanto a que no ejerce la misma revolución técnica que su film homónimo en su época, y asi la película se crece mucho más en su primer tramo que en el segundo, que es donde el gore, el grand ginyol y los efectos digitales se adueñan de una función que, por todas las excelencias que nos había ofrecido en su primer tramo, deja un regusto amargo de lo que podría haber sido y no fue. Pero igualmente, es esta una función valiente, entretenida, reivindicable, y profundamente disfrutable para todos aquellos que, como yo, nos mola el género del fantástico y su história.

Una película de 6 sobre 10 que algunos capullos obsesionados aún con el Dracula de Coppola se empeñan en suspenderla. Una primera mitad de película que roza la excelencia, y luego se convierte en una entretenida pieza gore de serie B, pero cuajado todo el metraje de pequeños detalles que harán las delicias del espectador conocedor del tema.

Próximo post, las 3 mejores actrices del cine porno de todos los tiempos. Y sí amigos, el porno también es cine. Y en ocasiones, hasta de cierta calidad.


Y puede que hablemos de nuevo de pollas. So hot!




6 comentarios:

  1. Creo que el gran problema de esta película es encontrar un público adecuado, la verdad. Para los gafapasta no es bastante profunda, siendo simplemente una historia de trasfondo freudiano con toques trágicos clásicos y un exceso de referencias al cine de serie B de toda la vida. Para los amantes del cine gore, no hay bastante gore. Para aquellos que les gusta una historia sencillita, hay un exceso de referencias cultas (incluyo como cultas, aunque no lo sean en exceso, los mitos de Cthullu, o los mitos clásicos hindi).

    Vamos, que se queda entre aguas de muchas cosas, y si no tienes ojo para el detalle de la cantidad de referencias que hace, te pierdes la mitad de la gracia de la película. Yo que no soy fan de las pelis de terror, me hubiese perdido muchísimas referencias por ello. Otro que no haya leído la mitad que yo, se perdería la otra mitad.

    Y es una pena, porque como producto final, es inquietante y muy digna a su manera, con ese trasfondo tan trágico y esas ambientaciones que hubiesen hecho las delicias del amigo Lovecraft.

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